miércoles, 12 de agosto de 2009

cuentos eroticos


Bueno poco a poco les iré trayendo una selección de cuentos eróticos, que en lo general me han cautivado y espero también a ustedes,y empesare con una buena introducción a este tema:

Julio me tomó de sorpresa diciendo:
-Si te preguntaran cuál es el libro más erótico que has leído en tu vida ¿qué me contestarías.?
Sonreí. Bromeaba evidentemente, me conocía desde la infancia y sabía que yo, a excepción de Madame Bovary, no había leído novelas ni relatos eróticos.
Cuando era joven, creyendo poseer una fuerte vocación religiosa, estudié en un seminario, pero actualmente estaba lejos de aquella ferviente exaltación y me había orientado hacia otros intereses. La formación religiosa dejó huellas en mi caracter y en mis gustos y el rechazo de la literatura erótica era un resabio de aquella educación.
-Sabes que ese tipo de lectura no me interesa.
-Mi querido Francisco, permíteme decirte que has pasado parte de tu vida leyendo relatos eróticos y no lo sabes.

Aún conociendo la táctica de Julio para provocar una conversación, le miré asombrado, él acostumbraba partir de un enunciado falso, para forzar una inmediata reacción en su interlocutor. Llegaba de esa manera a un intercambio de opiniones y luego desplegaba una teoría suya, cuidadosamente preparada de antemano. Así era Julio, un buen muchacho, buen amigo, pero muy egocéntrico en su afán por brillar en las conversaciones y deslumbrar con sus conocimientos. Conmigo todavía no lo había hecho y además estábamos solos y no contaba con un público para impresionar. Después de todo, pensé, ¿por qué no darle la satisfacción de dejarle llegar a donde quería; a lo mejor no era una treta, parecía convencido de lo que decía.

-Adelante, soy todo oídos, ¿qué me quieres demostrar?Tendrás que ser muy hábil, porque sabes muy bien que no puedes sostener lo que has dicho. ¿Cómo se te ocurre decir que me he pasado la vida leyendo relatos eróticos, si excluyendo a Madame Bovary ,que dicho de paso, encontré insulso, no leí otro libro de ese género.
-!Ah,Ah,ah!...mi querido Francisco, eres de una ingenuidad colosal, ciego como una talpa, te puedes dar la mano con el personaje de Moliére que no sabía que hablaba en prosa hasta que alguien se lo hizo notar.
Dije que te has pasado la vida leyendo relatos eróticos y lo repito, sólo que no te has atrevido a llamarlos de esa manera. No sólo los has leído, también los has estudiado, admirado y gustado.

Me arrellené en el sillón, me divertíapor absurda la insistencia de Julio. No perdía nada en ver hasta donde llevaría su absurda hipótesis, pero antes traté de descolocarlo un poco empezando a decir: " la literatura pornográfica..."

-!Eh! !Eh!, un momento....no hablo de pornografía, muchos confunden una cosa con la otra pero la diferencia es enorme. Mi pregunta fue muy clara ¿cuál es el libro más erótico que has leído?

Me dí por vencido y dejé que hablara tratando de no interrumpirlo.

-Tú, mi querido Francisco, que has leído la Biblia al revés y al derecho ¿no te has dado cuenta que gran parte de los relatos del gran Libro, tienen una fuerte carga sexual? Los has leído como alegorías, no como verdaderos textos eróticos.

-Si te refieres al Cantar de los Cantares..., reconozco que en sus versos hay muchas referencias al amor humano, aparte de aquellos sublimes del amor divino, pero el erotismo está sublimado por la excelencia de la poesía. Tú serías capaz de encontrar lujuria también en Blanca Nieves y los siete enanitos...

Julio encendió un cigarrillo y mientras exhalaba el humo con deliberada lentitud dijo:
-¿Y por qué no? Es una idea..., pero ahora estoy hablando del Antiguo Testamento, de la Biblia, que conoces al dedillo.
- Te escucho.
- Piensa en el episodio en el que la esposa de Putifar, el funcionario del Faraón, trata de seducir, sin éxito, al bello y joven hebreo José ¿qué me dices? Se había encaprichado con llevarlo a su lecho y trata por todos los medios de lograrlo ¿qué me dices?, repitió con énfasis, pero me mantuve en silencio. Recordaba el episodio y no podía dejar de darle razón.

-¿Y el episodio de Ruth?, continuó ¿qué se puede pensar de la estrategia de esa suegra excepcional, que aconseja a la viuda de su hijo a meterse en la cama del pariente Boaz para seducirlo y obligarlo a tomarla por esposa?; una Celestina bíblica.
Julio se entusiasmaba con la enumeración. No estaba de acuerdo con la comparación de la dulce Noemí con la Celestina, pero lo dejé seguir.

"¿Y Amnón, que se finge enfermo y hace que Tamar, su amada hermanastra, le lleve la comida a su cuarto para violarla y repudiarla después?

¿Y el rey David? Que encandilado con la bella Batsheva, que toma un baño en una de las terrazas vecinas, la hace su concubina sin dudar en mandar en primera línea al marido, que por supuesto no regresa de la guerra.

No olvidaré mencionarte la obstinación amorosa de Jacob que espera catorce años que el padre de Raquel le conceda la mano de su hija y durante ese tiempo tiene varios hijos con su cuñada Lea ¿Sigo?

-No hace falta, yo mismo puedo agregar varios episodios más, el de las hijas de Lot, que para perpetuar la especie emborrachan al padre y se acuestan a turno con él.....el de otra Tamar que se disfraza de prostituta para acostarse con su suegro, también con el fin de procrear.
-Entonces, tenía razón ¿estás de acuerdo?.
-Sí, debo reconocer que son eróticos y que además muchos comportan violencia, perversiones, incestos... No lo vi antes así. Un punto a tu favor; has descorrido un velo de mis ojos. Pero a propósito..., con respecto a Blancanieves ...

No hay comentarios:

Publicar un comentario