jueves, 16 de julio de 2009




Dado que el ADN contiene un código genético universal, común a todos los organismos vivos, puede transferirse entre organismos pertenecientes a diferentes especies para producir otros distintos a los iniciales llamados transgénicos. La tecnología transgénica de animales aún está en fase experimental, pero ya se han introducido con éxito genes humanos en animales.

La artista australiana Patricia Piccinini, ha alternado escultura, dibujo, fotografía y videoinstalación, destacando sus composiciones realistas de carácter biocientífico que simulan seres vivos alterados mediante manipulación genética. Hay varias inquietantes criaturas entre las que destaca la escultura La Familia Joven (The Young Family), presentada en 2003 en la bienal de Venecia, que representa a una madre de una especie híbrida humana amamantando a sus cachorros.

Como dice Marc Montijano en su artículo titulado Las “tiernas criaturas” de Patricia Piccinini, “Su aspecto físico no resulta del todo lejano e incluso pueden apreciarse ciertos rasgos humanos, especialmente en la mirada. Una mirada ausente y triste como la que desprenden algunos primates recluidos en zoológicos, o la que luciríamos nosotros si estuviéramos retenidos y expuestos durante años. En el caso de la madre de The Young Family, con el posible agravante de servir en un futuro como mero receptáculo de órganos aptos para transplantes humanos. Son seres que nos despiertan sentimientos de ternura, tristeza, esperanza, repulsión o miedo, pero no por lo que son, si no por lo que nosotros somos capaces de hacer”.

1 comentario:

  1. que onda, chavo pus por aqui pasando a ver que pex, sales hay nos guachamos.

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